No importa el banco en el que hayas «negociado» tu préstamo, no sin antes pasar por el aro de contratar los múltiples seguros que te «obligan» a contratar; hogar, salud, vida..etc.
Al final tu dinero el banco lo utiliza para aumentar su rentabilidad: entre otros instrumentos se encuentra la emisión de títulos vinculados a las hipotecas, bonos de titulación…etc. Para que nos entendamos tu entidad prestataria vende tu hipoteca a los grandes inversores, tu banco es el INTERMEDIARIO. Lo explicamos con mas detalle en el siguiente post.
“Un banco es un intermediario financiero. Su única misión es pedir dinero a unos para prestárselo a otros y cuando no tiene suficientes recursos internos como para satisfacer la demanda de crédito, no tiene más remedio que acudir a los mercados de capitales a buscarlos. Dentro de esa dinámica es donde entran en juego todas las hipotecas de los clientes”.
«Entre los numerosos instrumentos de financiación que la banca tiene al alcance de su mano para encontrar capital nuevo que prestar se encuentran los denominados títulos hipotecarios que, como su propio nombre indica, están vinculados a las hipotecas (para vivienda, locales, oficinas…), han sido una de las fuentes de financiación más usadas por la banca española en los últimos años y se dividen en dos tipos: las cédulas y los bonos de titulización de activos (BTA).
Estos conceptos, tan extraños para el común de los mortales, están a la orden del día en los mercados internacionales. Según la Asociación Hipotecaria Española (AHE), el saldo vivo de los títulos hipotecarios (esto es, cédulas y titulizaciones) se situó a finales de junio en 374.600 millones de euros, una cifra que representa una tercera parte del PIB de España y aproximadamente el 55% del crédito hipotecario que gestiona la banca doméstic.
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Las cédulas son activos que ofrecen una rentabilidad determinada a los inversores, están vinculados a las hipotecas más seguras que tiene un banco y, por si fuera poco, tienen el respaldo de toda la cartera hipotecaria de dicha entidad. “Las cédulas tienen doble garantía: por un lado, la del emisor (es decir, el banco que las vende) y, por otro, la de su propia cartera hipotecaria. (…)
Ahora bien, las entidades no tienen vía libre como para emitir todos los títulos de este tipo que quieran: la Ley del Mercado Hipotecario establece unas condiciones muy concretas. “Lo que se emiten son los valores más seguros, ya que deben cumplir requisitos como ser la primera hipoteca del cliente, no superar el 80% del valor de la vivienda (si es un local u otro inmueble, el límite es el 60%), contar con una tasación, tener un seguro de daños o tener un plazo de amortización máximo de 30 años. Una vez que el banco calcula cuánto volumen de su crédito cumple estas directrices, debe hacer una segunda criba: como mucho, puede emitir el 80% de todas estas hipotecas buenas”,
Por tanto, independientemente de la entidad con la que hayas firmado el préstamo hipotecario y de las condiciones del acuerdo, tu hipoteca le está sirviendo para conseguir dinero barato en los mercados y, así, seguir aumentando su rentabilidad. Si cumple las condiciones necesarias, puede formar parte de una emisión de cédulas, mientras que si no lo es, o bien sirve de respaldo a dicha emisión o puede llegar al mercado en forma de bono titulizado.
Fuente:www.idealista.es